Durante mi tiempo como Pastor y Evangelista en la iglesia Nueva Vida Madrid, tuve la oportunidad de participar en una experiencia que cambió mi vida y la de muchas otras personas. Fue en un lugar que parecía un chiringuito de restaurante, ubicado en la salida hacia Aranjuez, en el que nos reunimos con un grupo de personas a las que conocíamos.
Durante nuestro encuentro, compartimos el evangelio con ellos, lo que resultó en un impacto poderoso en sus vidas. Recuerdo especialmente a Jaime y Pilar, dos de las personas presentes en ese momento. Además, cuando terminé mi charla, se unió la hija de Pilar y algunas otras personas más. También llamé a algunos amigos de Madrid para que vinieran y estuvieran con nosotros.
Fue algo impresionante como la mano de Dios comenzó a trabajar y desarrollar todo lo que estaba sucediendo allí. Después de ese primer encuentro, se sumaron más personas, llegando a ser unas 18-20 en total. La parte trasera del chiringuito, que solía ser un restaurante, nos proporcionaba un lugar donde poder compartir nuestras enseñanzas, mientras se servía comida.
Fue algo maravilloso estar allí, predicando la palabra y viendo cómo la mano de Dios transformaba las vidas de las personas. Esta experiencia reforzó mi fe y mi compromiso con la obra de Dios en el mundo.
Antes de esto, habíamos estado predicando la palabra de Dios, y el resultado fue algo impresionante. La mano de Dios empezó a obrar en cada uno de nosotros, tocando nuestros corazones y haciendo fluir su amor entre todos. Realmente fue algo maravilloso lo que sucedió allí, y estamos agradecidos por haber sido parte de esa experiencia.
Después de la experiencia en el chiringuito, fui a visitar mi apóstol, Tomás Santa Marta en Madrid. Le conté sobre las 18-20 personas que había reunido y les manifesté mi deseo de que él viniera a Aranjuez para predicar la palabra de Dios, ya que había gente interesada en escucharla.
Para mi sorpresa, mi apóstol me respondió diciéndome que yo era el pastor de Aranjuez. Me quedé impresionado, ya que en ese momento no era algo que estuviera buscando. A pesar de mis dudas, decidí obedecer la palabra del pastor y nos fuimos a la calle Florida. Allí se nos unió el pastor Marcial Castillo para comenzar nuestra labor pastoral en la zona. También contamos con la ayuda del Apóstol Tomás, aunque sólo fue por un corto período de tiempo.
Nos establecimos en la calle Florida, por un par de meses, debido a que compartíamos iglesia con otra iglesia Cristiana, y durante ese tiempo, logramos dar nuestros primeros pasos en la creación del ministerio en Aranjuez. Después de nuestro tiempo en la calle Florida, nos mudamos a la calle Ancha. En ese lugar, sentimos una fuerte presencia del Espíritu Santo durante los siguientes años.
Ahora, en abril del 2023, celebramos el noveno aniversario de la fundación del ministerio en Aranjuez. Es increíble ver cómo Dios ha trabajado en nosotros y en las personas a nuestro alrededor en estos nueve años de ministerio. Seguimos adelante con la misión de predicar la palabra de Dios y llevar su amor a todas las personas que podamos alcanzar.