Buscamos que a través de los eventos, junto con la visión de la Iglesia, las personas puedan convertirse en verdaderos discípulos, con un corazón conforme al de Dios.
Somos un instrumento en sus manos, utilizados
por Él y para Él, capacitados a través de su Espíritu,
para llevar una transformación real al mundo por medio de su amor.