¡Venciendo el Desánimo: Descubre los Secretos de la Fe para Recuperar la Alegría y la Esperanza!
amados hermanos y hermanas, porque juntos aprenderemos cómo vencerlo y encontrar la esperanza y el gozo en nuestras vidas.



Mi nombre es Pedro García, hace años el Señor me llamó para ser profeta. Era conocido en mi pueblo por mi nombre pero cuando comencé en este camino, ya me conocían por pastor. Y es que a donde quiera que vaya, me gusta hablar del amor de Dios porque al fin y al cabo es a lo que hemos sido llamados, a predicar el evangelio.
Aparte de Profeta, soy Evangelista y Dios me usa en Ciencia y en Profecía. Dios me muestra datos y cosas que no sé, para hablarle directamente a alguien y para que sepa que realmente viene de parte de Dios, porque hay detalles que los puede conocer muchas personas, otros poca y unos últimos, que sólo los sabe Dios. Esto ocurre sólo como a Dios le place, y he visto como personas son tocadas, restauradas y transformadas a través de estos dones.
Soy pastor de la Iglesia Nueva Vida Aranjuez, mi casa, en donde he podido desarrollar una paternidad, un lugar en el que te puedes sentir en casa, eres bienvenido cuando quieras, también es tu casa si así lo deseas.
He viajado por el mundo, he visitado 30 países, en cada uno de ellos he ido a varias iglesias, y lo bonito de esto que a donde voy, me encuentro con personas con sed de conocer de un Dios que también les conoce, personas que aman a Dios y sirven con pasión. He compartido en plataformas con pastores como Tiago Brunet, Cash Luna, Rudy Gracia, Itiel Arroyo, Chepe Putzu, Ronny Oliveira, Otoniel Font, Carlos León, David Riera, Ruis Efren, Iván Vindas, Diego Franco, Eduardo Cañas, Satirio Dos Santos y estoy orgulloso de ser el legendario #8157, siguiendo los pasos del legendario #1 que es Jesús.
Soy un hombre imperfecto en las manos de un Dios perfecto, que busca agradar su corazón y con pasión por compartir el amor y la verdad de Dios con aquellos que lo necesitan.
algo más que quisiera contarte sobre mi
Hace años no podía pronunciar una secuencia de palabras sin “quedarme pegado”, por lo que por mucho tiempo fui juzgado pero creí la palabra que Dios me había dado que iba a predicar su palabra y había aceptado que siendo hasta tartamudo lo haría. Cuando menos lo esperaba, Dios me sanó, sentí como un fuego quemaba mis cuerdas vocales, mi garganta y desde ese día, vivo el milagro de hablar de corrido y ha sido porque a Dios le ha placido.
Cuando anhelamos hacer la voluntad de Dios y caminamos bajo su propósito, Él hace posible lo imposible, Él sana, Él restara, Él transforma, Él da una vida nueva y aquí estoy, como testimonio de ello, con el recordatorio diario de que para Él no hay imposibles conforme a su voluntad.