Mateo 6:5-7 es un pasaje del sermón del monte en el que Jesús enseña acerca de la oración. En este pasaje, Jesús se enfoca en la actitud correcta que debemos tener cuando oramos y nos advierte contra la hipocresía en la oración.
El versículo 5 comienza diciendo: "Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres". Aquí, Jesús nos está diciendo que la oración no debe ser una oportunidad para que los demás nos vean como personas piadosas o religiosas, sino que debe ser una comunicación auténtica y sincera con Dios.
En el versículo 6, Jesús nos muestra la actitud correcta que debemos tener cuando oramos: "Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". Jesús nos enseña que la oración debe ser un momento privado y personal entre nosotros y Dios, donde podemos expresar nuestras necesidades, preocupaciones y agradecimientos sin la presión de ser juzgados por los demás.
En el versículo 7, Jesús nos advierte contra el uso de repeticiones vacías y rituales en la oración: "Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos". Aquí, Jesús nos muestra que la oración no debe ser un ritual vacío, sino una comunicación auténtica con Dios que se basa en la fe y en la relación que tenemos con Él.
En resumen: Jesús enseña que la oración debe ser una expresión sincera y auténtica de la relación del individuo con Dios, y no una exhibición pública de piedad para ganar la aprobación de los demás. Jesús también enfatiza la importancia de la humildad en la oración, y nos enseña que no necesitamos usar muchas palabras o repetirlas para ser escuchados por Dios. En lugar de ello, debemos orar desde nuestro corazón y confiar en la gracia y el amor de Dios para responder a nuestras peticiones.