En el evangelio de Lucas, capítulo 22, versículo 19. «Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.» Describe la acción de Jesús en la Última Cena, donde toma el pan, lo parte, lo da a sus discípulos y dice que es su cuerpo que es entregado por ellos, pidiéndoles que hagan esto en su memoria.
Desde una perspectiva teológica, este versículo es significativo porque establece la institución de la Eucaristía, que es uno de los sacramentos centrales del cristianismo. Jesús toma el pan y lo convierte en su cuerpo simbólicamente, y pide a sus seguidores que hagan lo mismo en su memoria.
El lenguaje utilizado en este versículo es simbólico y metafórico. Cuando Jesús dice: "Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado", no significa que su cuerpo físico se transforme en pan, sino que está estableciendo un vínculo simbólico entre el pan y su propia vida y muerte, que se da por la salvación de la humanidad.
La instrucción de Jesús a sus discípulos de hacer esto en su memoria indica que esta práctica debe continuar después de su muerte y resurrección, y se ha convertido en una tradición fundamental en la Iglesia.
En resumen, este versículo es significativo porque establece la institución de la Eucaristía y presenta un lenguaje simbólico y metafórico que es central para la comprensión teológica del cristianismo. También nos recuerda la importancia de recordar y honrar la vida y la muerte de Jesús.